Cuando la preocupación por el medio ambiente permite responder a la emergencia social

La comunidad de Fiesso, en Italia, realiza las actividades típicas del movimiento Emaús: recogida, clasificación, reparación y venta a bajo coste en un bazar. Los ingresos generados le permiten cubrir sus propias necesidades y ayudar a las compañeras y los compañeros a volver a ponerse en pie. Así, algunas personas logran encontrar la motivación necesaria para encontrar trabajo fuera de la comunidad y adquirir plenos derechos sociales. Al finalizar una acción de incidencia política que llevó a cabo junto con un colectivo de asociaciones, Emaús Fiesso también consiguió crear un centro de acogida nocturna para personas sin hogar, una reivindicación presentada como un derecho fundamental y considerada actualmente como un servicio público por las autoridades.  

Para recoger los materiales —cartón, vidrio, madera, cerámica, plástico— depositados en la vía pública, la comunidad cuenta con el acuerdo oficioso del ayuntamiento. Hay que saber que, en Italia, este sector está muy reglamentado: en principio, la recogida de este tipo de materiales calificados oficialmente de «residuos» es tarea de los operadores encargados de recoger las basuras, dotados de los equipamientos adecuados. Esta regla excluye a aquellos actores que, como Emaús, poceden a la recogida manual y selectiva de los residuos con fines de reutilización y reciclaje. Por lo tanto, la comunidad está muy orgullosa de haber obtenido la derogación por parte del ayuntamiento de Fiesso, que reconoce, así, el importante papel medioambiental y social que desempeña Emaús.