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En Emaús, la acogida es abierta, digna e ilimitada

En Emaús, la acogida es abierta, digna e ilimitada

En Emaús, la práctica de una acogida que tiene por objetivo restaurar la dignidad de las personas sigue siendo un concepto innovador en las esferas de la solidaridad, según Axelle Brodiez-Dolino, historiadora especializada en historia de la pobreza en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS). 

La acogida de las personas desfavorecidas no es exclusiva de Emaús. ¿Cómo describiría la particularidad de Emaús? 

Axelle Brodiez-Dolino: A grandes rasgos, podemos distinguir, por una parte, los centros de acogida urgente, que ofrecen un techo en condiciones muy modestas, pero no podemos considerar que sean generadores de dignidad para las personas (alojamiento en dormitorios colectivos, etc.), y, por otra parte, las estructuras que ofrecen una acogida decente, pero no necesariamente son abiertas, porque normalmente hay que pagar y la duración de la estancia es limitada. 

Cuando surgió el concepto de comunidad en Emaús resultó innovador porque la acogida era gratuita, decente e ilimitada. Hoy día, la comunidad se sigue basando en el intercambio: las compañeras y los compañeros que componen las comunidades redescubren, a través del trabajo, una utilidad social y económica. Además, la actividad adquiere otro sentido dentro de un colectivo: permite a las personas acogidas recobrar su dignidad y recuperarse por sí mismas, como un reflejo del trabajo que realizan con los objetos recuperados y reciclados en la comunidad. El alojamiento individual, que ofrece un espacio íntimo, también contribuye a reconstruir la dignidad. 

Y sin embargo, ¿no calificaría esta acogida de “incondicional”? 

No, porque también hay contrapartidas, como por ejemplo el compromiso de trabajar o la obligación de respetar las reglas de vida en común. 

¿No cree que, en este mundo contemporáneo que sobrevalora la competencia y el rendimiento, resulta aún más indispensable una acogida solidaria, abierta y digna? 

Por supuesto que sí. El contexto (desempleo, migración, exilio, cambios climáticos, etc.) nos viene obligando a ello desde los años 80. Además, constatamos que, en respuesta a este contexto, la sociedad civil cultiva una solidaridad cada vez más sólida, hasta el punto de representar, dentro del sistema neoliberal dominante, los verdaderos cimientos de la sociedad.  

¿La acogida es una afirmación política para Emaús? 

Desde sus inicios, el movimiento se reivindica como fuerza política, puesto que el objetivo que se ha fijado, entre otros, es eliminar las causas de la pobreza. A su escala, uno de los puntos fuertes de Emaús Internacional es no haber renunciado nunca a afrontar los temas que dividen. El movimiento conserva el valor de su visión vanguardista inicial: intenta hacer converger un humanismo de desarrollo, de solidaridad con las poblaciones del Sur, un humanismo de la emergencia y, por último, un humanismo de derechos humanos, en defensa de las libertades civiles y políticas.