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Un fondo Emaús para garantizar una vivienda autónoma para los compañeros de Rumanía

Un fondo Emaús para garantizar una vivienda autónoma para los compañeros de Rumanía

La comunidad Emaús Satu Mare acoge a unos veinticinco jóvenes, de entre dieciocho y treinta años, que se encuentran en una situación precaria y a menudo han tenido una trayectoria inestable (orfanatos, ocupación de edificios, sinhogarismo…). El ochenta por ciento de ellos son hombres adultos, que, por tanto, ya no pueden acceder a las ayudas previstas para la infancia, y un tercio presenta una discapacidad intelectual o una enfermedad mental. La comunidad cuenta con la autorización del Estado rumano para acoger a jóvenes adultos de hasta treinta años como máximo, por lo que tiene que encontrar soluciones para que quienes superen esa edad puedan seguir viviendo adecuadamente fuera de la comunidad. Sin embargo, dado su historial, es prácticamente imposible que un banco les conceda un préstamo hipotecario. 

Por eso, en junio de 2019, la asociación decidió que, en lugar de construir un nuevo centro de acogida temporal, pondría en marcha un proyecto de acceso a viviendas individuales para estos jóvenes. Así, creó un fondo con aportaciones de la Fundación Abbé Pierre y de Emaús Europa, que se completó con las numerosas donaciones de materiales que llegaron de diversos grupos Emaús de Francia. Este fondo le permitió comprar y rehabilitar pisos individuales en la ciudad. En este proceso, los jóvenes no solo accedieron a una vivienda en propiedad, sino que también se formaron en los oficios de la construcción participando en las obras de su propio domicilio. Más adelante, estos «nuevos propietarios» devolvieron el dinero a Emaús, de la forma prevista según su situación. Gracias a los fondos del movimiento, en un año y medio se consiguió comprar y rehabilitar siete viviendas, en las que hoy residen cuatro chicos y tres chicas. ¡La dinámica ya se ha puesto en marcha!