Nuestras luchas son locales, mundiales, vitales

Acoger dignamente a las personas vulnerables, cual sea su sufrimiento
N°1

Acoger dignamente a las personas vulnerables, cual sea su sufrimiento

Por lo general, esta reivindicación suscita bastantes comentarios escépticos: «¡Es…

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Proteger los derechos fundamentales promoviendo la gestión colectiva de los bienes comunes
N°3

Proteger los derechos fundamentales promoviendo la gestión colectiva de los bienes comunes

Privatizar un bien colectivo o un servicio público significa comercializarlo…

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Desarrollar actividades económicas que garanticen el respeto de los derechos sociales y medioambientales
N°5

Desarrollar actividades económicas que garanticen el respeto de los derechos sociales y medioambientales

El productivismo, la desregulación del comercio internacional, la búsqueda desenfrenada…

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Reconocer a los actores de la economía ética y solidaria y darles la prioridad
N°6

Reconocer a los actores de la economía ética y solidaria y darles la prioridad

Derroche de los recursos, creación de necesidades artificiales, obsolescencia programada,…

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Reivindicación n°6

Kevin, Lucie's Pantry

Emaús Salford – United Kingdom
Reivindicación n°5

Dieudonné Yamego, Emmaüs Solidarité Ouaga (E.S.O.)

Emmaüs Solidarité Ouaga – Burkina Faso
Reivindicación n°4

Shahnaz, Thanapara Swallows Development Society

Thanapara Swallows Development Society – Bangladesh
Reivindicación n°3

Joseph Oké Zannou, Proyecto Nokoué

Emaús Pahou – Benin
Reivindicación n° 2

Krishnaveni, Village Community Development Society (V.C.D.S.)

Village Community Development Society (V.C.D.S.) – India
Reivindicación n°1

Testimonio de Robeiro Bedoya, compañero de Emaús Pereira

Emaús Pereira – Colombia

Mi puerta se abrió cuando hubo que abrirla. En 2016, el valle de Roya ya no era Francia. La región de la Roya se ha convertido en el valle de la indecencia, de la inmoralidad. Desde París, hombres oscuros decidieron que mi mundo, mi valle, mi casa, ya solo sería un pedazo vulgar de tierra, sin derechos ni deberes. La sinrazón personificada, sin ética ni moral, donde ya no se consideraría a los hombres, a las mujeres y a los niños como nuestros semejantes, homo sapiens, sino como objetos que se pueden desplazar, amontonar, maltratar… desechos no reciclables de un mundo inhóspito. Una lucha contra un flujo, una lucha contra el artículo 13. 

Sí, abrí mi puerta porque estaba indignado, furioso contra lo inmoral. 

La indignación silenciosa me hubiera llevado a la indiferencia. Porque acostumbrarse pasa por callarse. Para que mi voz se escuchara, grité con más gente. Busqué a quienes se me parecían, a quienes estaban indignados por la violencia de una política de precarización. Encontré a quienes ya conocía, sin conocerlos realmente. A los hombres y a las mujeres que dan vida a este movimiento revolucionario Emaús, precursor y modelo de lucha por la dignidad humana desde hace más de 70 años. ¡Viva! 

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